sábado, 29 de marzo de 2014

De barrio en barrio

Volvemos a las buenas costumbres de escribir el blog el domingo. El otoño ya está haciendo de las suyas, está nublado, y no apetece demasiado salir de casa. Y además ayer se fue Marcelo. Que tristes son las despedidas. El consuelo, si bien, es la promesa de encontrarse en algún lugar, algún día. Como cuando hace algo más de un año me prometió que nos veríamos en Sydney. Y eso que aún no sabíamos el resultado de la selección. Catorce meses después ha cumplido la promesa y ha sido genial. Por eso esta vez no hemos llorado, porque sabemos que nos volveremos a encontrar. Sea aquí, en Argentina, en Barcelona, o en Hawaii (no es broma, fue una opción barajada...y de hecho estaría genial).

¡Pero si vivimos uno enfrente del otro!


Esta semana ha llovido bastante así que no hemos podido callejear todo lo que hemos querido. Menos mal que estaba la Biennale y Marcelo ha podido ir a ver exposiciones, porque el tiempo no ha acompañado demasiado para ir a la playa.

en el bar "secreto"


De todos modos siempre te puedes cobijar bajo un paraguas, armarte de valor y salir a pasear bajo la lluvia. Y eso es lo que hemos hecho. El jueves, por ejemplo, fuimos a pasear por Oxford Street, en Darlinghurst. Es un barrio muy "petardo" y animado. Además llevamos a Marcelo a un bar "secreto" que nos gusta mucho y es re-friki. Cuando llegas a la puerta no te imaginas lo que te vas a encontrar. Y hasta aquí puedo leer porque os llevaremos (no, y no es el Stitch, a ese también fuimos y también os llevaremos). Después de eso nos fuimos a cenar con Luis y Paula al Din Tai Fun, que ya sabéis que somos fans de los dumplings de este sitio.





la parada del ferry de Balmain (foto de internet)
A nivel de trabajo el jueves también pasaron cosas: tuvimos la primera reunión de la unidad de política en Salud Mental, con I. Hikie, A. Rosen, y S. Rosenberg. La duración prevista de la reunión era de 45 minutos pero se convirtió en más de dos horas... y no os podéis ni imaginar lo rápido que habla I Hikie! y todo con contenido... madre mía! Luis y yo salimos de la reunión con la cabeza como un bombo. Más tarde, haciendo un café, A Rosen nos confesó que Hikie habla rápido hasta para él. Pero fue super interesante. Una visión pro-activa, anti-informes teóricos, y muy centrada en cambiar las cosas y hacer propuestas. Nos fuimos en coche con A Rosen hasta Balmain, donde vive. Aún me parece increíble conocer a A Rosen y compartir cotidianidades con el. Joer, hace casi 10 años estábamos validando su escala, y ahora, en el coche hablando de cualquier cosa. Es muy majo. Arte y figura.  Y de ahí cogí el ferry hasta casa. Sólo es una parada, unos 5 minutos por la bahía (en autobús son 20).  Ah! como me gusta coger el ferry con la misma actitud que cuando se coje el autobus.   Mientras esperábamos el Ferry, nos encontramos con una artista amiga de Luis y Paula. Janet Laurence, una señora super maja que estaba paseando a su perro mientras escuchaba "pájaros" en su ipod. Me pareció majísima. Aquí podéis encontrar una entrevista que le hizo Paula para una revista en la que colabora.




Al día siguiente, viernes, mientras yo estaba en el BMRI, Jordi y Marce se fueron a Cockatoo Island, a la Biennale. Parece que hay cosas super divertidas e interesantes: una instalación "gimnasio", casas con cara, un tren misterioso, instalaciones visuales gigantes...me muero de ganas de ir. Ya os pondremos fotos mías haciendo el burro, que estos dos son muy pudorosos :D. A ver si puedo escaparme un día de esta semana, que aún no he visto nada de la Biennale. Hay tiempo hasta Junio, pero no quiero dormirme en los laureles. Por la tarde mis "chicos" favoritos me vinieron a buscar, y nos fuimos para Surry Hills. Cada vez nos gusta más este barrio, y para regocijo de algunas y algunos, si todo va bien y alargamos mi estancia, creo que buscaremos un piso por este barrio. Hay unas librerías y tiendas muy chulas, y estamos relativamente cerca del centro. No como ahora, pero está cerquita. También es un barrio con mucha vida, muchos bares y restaurantes.  Cenamos unas pizzas buenísimas, llenas de conversaciones sobre la vida, de recuerdos, con momentos tristes, pero también divertidos. Muy bonito. Y después nos juntamos para tomar algo con Víctor y Pedro, que estaban en un bar cerca de casa. Con las pintas que llevábamos creíamos que no nos iban a dejar entrar, de pijo que era, pero no nos hicieron el menor comentario ni mala cara...seguro que en Barcelona no nos hubieran dejado entrar.  Me apuesto lo que queráis.

En un café de Paddo, (Wolf), y la señal que te indica hacia donde has de ir. 
¿Os he dicho alguna vez lo bueno que está el café aquí?
Marcelo, si lees esto, busca a Wally ;P

Y ayer, último día de Marce, volvimos a Paddo, que le encantó. Estuvimos tomando un café rico rico y compartiendo un muffing de zanahoria, naranja y pasitas; paseando por el  mercado de los sábados, que tienen unas cosas lindísimas, y mirando tiendas. Marce se compró varios trapitos, y yo unas sandalias verdes hechas a mano preciosas...y además la chica era simpatiquísima. Al igual que uno de los chicos que nos atendió, con el que estuvimos hablando un buen rato. Hasta me explico que él había estudiado terapia ocupacional. Se puso muy contento cuando le dije que yo enseñaba en la Uni a los de Terapia Ocupacional, y venga a charlar y charlar...vaya palique tienen. Pero como era monísimo, se le aguanta el rollo.




Comiendo en la calle, lo típico de aquí
Y hablando de clases, el jueves volví a hacer de las mías: sin querer, y ante la cara de pánico de la alumna, cogí su agua y me la bebí! (ahora me da risa, pero en el momento me moría de la vergüenza). Es que yo pensaba que era mi botella. Pero bueno, volviendo al sábado, acabamos  en Queen St comiendo fish and chips (pero a la plancha), ensaladas y hamburguesas, sentados en un banco. Muy al estilo del barrio. Y por fin entramos en la carnicería Victor Churchill! Madre mía: como decía Gabriel, es como una galería de arte pero en carnicería. También os llevaremos porque ver eso no tiene precio.

Para volver del aeropuerto a Sydney quisimos probar el camino barato (con autobuses normales y no el express y caro). Y nos equivocamos. Así que lo que tenía que ser un viaje de 50 minutos (con la opción cara sólo se tarda 15 minutos), se convirtió en uno de casi dos horas...pero estuvo bien. Vimos pueblos que no conocíamos y no teníamos nada de prisa, así que disfrutamos del error. Y es que, poquito a poquito, nos estamos contagiando de la actitud relajada "no worries" de los aussies.
Y poco más. Ahora  vamos a preparar la comida en nuestro juguete nuevo: nos hemos comprado un "steamer", el cacharro ese de bambú para hacer cosas al vapor. A ver que tal nos sale. ¡La semana que viene más!

Las vistas desde el ferry de Balmain, foto de internet.

PS: Ya hemos comido:  pescado blanco y verduras hechas al vapor...ummmh! estaban buenísimas!


1 comentario:

  1. Q envidia!!!! Pero bueno.....saboreare.. el amargo tiempo de la espera para q cuando llegue la .GRAN ESCAPADA.sea mas dulce aun..

    ResponderEliminar