sábado, 4 de enero de 2014

Continuando


Pues ya estamos otra vez por las antípodas. Han sido 14 días intensos, que nos han servido para cargar las pilas con risas, abrazos, achuchones, cerveza, tortilla, jamón, paella, vino a las 9 de la mañana en el aeropuerto (¡qué grandes sois!) queso manchego... pero sobretodo con mucho mucho amor (ay! qué ñoña). Han habido churros a las 7 de la mañana en Avinyó, espantás del jefazo, reencuentros increíbles, mucho cachondeo con los regalos imposibles de Eri, discusiones laborales, cenas y comidas familiares viendo crecer a los pequeños, alguna noticia muy triste, galletas caseras riquísimas de naranja y chocolate, té moruno y charlas en la mejor compañía, agua con gas y café, Federicas y regalos horribles, tarjetas púrpuras, barbacoas, maratones de películas hasta las mil, bang! de estrangis en horas laborales... en fin! que, ha habido de todo, y en balance ha sido genial. Si es lo que siempre os digo, para que Sydney fuese perfecto faltáis vosotrxs!
Ja, ja...menuda bienvenida! Qué genial. Falta el fotografo! ;p

Y es que vivir en Sydney no está nada mal. Aunque reconozco que en el aeropuerto del Prat tuve una crisis, fue pisar esta ciudad y otra vez sentir que estaba donde tenía que estar. Es la energía de este país, creo. Bueno, no sé como explicarlo. Veremos que pasa de aquí a 6 meses. ¿Seguiremos aquí? ¿Volveremos a Barcelona? ¿Iremos a algún otro lugar? No negaré que esta incertidumbre me pone de los nervios, pero 30 horas de avión y aeropuertos dan para mucho, así que he decidido, en la medida de lo posible, no pensar en eso hasta que no quede más remedio que pensarlo.
Sydney, según Reg Mombassa. Seguir leyendo para ver quién es.
Llegamos de nuevo el domingo 29 a las 10 de la mañana. Otra vez tuvimos suerte y no tuvimos que pasar por el control de aduanas. Como declaramos que llevamos drogas (por el ibuprofeno) deben pensar que somos honestos :D. Sydney nos recibió con un calor asqueroso y pegajoso. Todo en casa estaba bien, así que, para evitar dormimos, nos fuimos de rebajas y al Botanic a decir hola a la Opera. A las 20 ya estábamos en la cama, pero por desgracia a la 1 de la madrugada me desvelé. Menos mal que están los del jalogüin que me dan conversación, porque Jordi dormía como un lirón. Al día siguiente poco que que contar, Jordi se fue a una barbacoa de despedida de uno de sus amigos japoneses de inglés, y yo estuve haciendo de Cicerone por Sydney a Gabriel. La ciudad estaba a reventar de gente que se había acercado a ver los fuegos, realmente era un poco agobiante.

No tenemos foto, así que la he cogido de internet
Y llegó el 31, nochevieja. Lo celebramos en casa de Luis y Paula con otros amigos, y decidimos llevar el postre. Como a las 6 ya estábamos despiertos (algo bueno debe tener el jetlag) aprovechamos para ir a la pastelería Papa, que está en el barrio italiano (Haberfield). Esta a unos 30 minutos de casa en bus, y es como estar en una película. Hay un montón de tiendas de pasta fresca, restaurantes italianos, y carnicerías. Y la pastelería no tiene desperdicio. Eran las 8:45 y ¡ya había cola! No sé si habéis visto ese programa que se llama "El rey de las tartas", bueno, pues si lo habéis visto es igual. La tarta que queríamos (de fruta) no estaba aún hecha, así tuvimos que esperarnos una hora. Nos pedimos un café con leche (en vaso, como han de ser los lattes) y unos cuernos, y nos dedicamos a observar. A los cliente habituales les hablaban en italiano (si eran italianos claro) y había un bullicio muy mediterráneo. Creo que cuando me sienta melancólica vendré aquí a hincharme a cannolis de chocolate :D.

La tarta y la cena que la precedió estuvieron buenísimas: gambas, ostras, jamón, un pollo rustido delicioso que hizo Carmen, y muchas risas con Peter el australiano. Además, Paula y Luis habían traído vinos de New Zealand, y cada uno (dulzón, seco, tinto, cava) regó un plato.

No se si lo sabéis pero, antes de los fuegos de las 12, hacen unos a las 9 para los niños. Estos primeros los fuimos a ver cerquita de Luna Park, sólo veíamos el puente, pero fue un buen aperitivo. Otra cosa curiosa es que cada 30 minutos desde las 10, más o menos, van haciendo lo que llaman "teasers", es decir, avances, con 1 minuto o así de fuegos. Los fuegos de las 24 los vimos desde un parque de North Sydney que solo conocen los de la zona (Carmen y Peter son de ahí),y fue genial. Tienes las vistas del puente y de la Opera y, aunque había gente, se veía muy bien. Como una  imagen vale más que mil palabras os dejamos las fotos y el enlace al video (clikar aquí para ver el enlace a youtube del video que hizo Jordi). Fueron espectaculares. Unos quince minutos de colores y explosiones sin parar.



Las dos primeras fotos son de los fuegos de las 21h, la última del imcio de los de las 24h. Lo que se ve en el puente es un ojo. 



Cada año la idea o el tema de los fuegos son de un artista. Y este año los diseñó Reg Mombassa, que es un tipo muy friki, pero cuyos dibujos a mi personalmente me divierten. El logo era un ojo y la palabra Shine. Según el propio autor, " Sydney es una ciudad de personas vibrantes, energéticas, que vienen de diferentes comunidades y se reunen para crear la mejor ciuad del mundo. Una ciudad donde el sol, el agua y la gente brilla (shine). El ojo  simboliza una comunidad con la visión común de vivir una vida en armonia, estimulante y excitante en una ciudad que permite a todo el mundo mirar al futuro con optimismo...y brillar"


¿Y las uvas?¡Pues este año por partida doble! nos las tomamos viendo los fuegos (como quien como pipas), y después otra vez a las 10 de la mañana hora de Sydney via Skype con la familia. Fue muy divertido. NO me enteré mucho de las uvas, pero lo hacía por instinto viendo a mis padres y sus amigos haciéndolo. El día de año nuevo lo pasamos durmiendo. Nos echamos una siesta a las 16 horas que duró hasta las 7 de la mañana del día siguiente. Olé nosotros!! Así se hace. Pero es que entre el jet lag, y que la víspera nos acostamos a las 4 de la mañana (y nos levantamos a las 9 para las uvas) estábamos reventados.

El 2 ya volví a trabajar, pero como tengo un jefe muy sabio, decidió que como el bar estaba cerrado, el viernes trabajábamos desde casa. Tal cual. Y menos mal porque el  calor que hacia el viernes era inhumano, stinky, stinky... 90% de humedad y subiendo.

Y el fin de semana ha sido genial: fuimos al Powerhouse Museum (museo de la ciencia y diseño) porque hacían una exposición sobre videojuegos, y te dejaban jugar a todos! Estaba el vib ribbon, que es un juego que me hipnotiza y al que había jugado en un Art Futura en el 2000!!! Madre mía que vicio con la coneja.  Ojalá lo vuelvan a editar para la PS3 o la PS4. Lo mejor era ver la cara de Jordi. Estaba tan feliz!! Toda la mañana nos la pasamos en el museo, jugando (también habían arcades con los Space Invaders, el Donkey Kong y el PacMan!! y uno para la xbox que no conociamos que se llama Fruit Ninja, del Kinetic, muy divertido. Menuda paliza le pegué a Jordi) y viendo el resto de las salas. Nos lo pasamos genial, tocando y retocando las cosas. De vuelta, a "hablar" con sus majestades los Reyes de Oriente, para ver como podíamos hacer que llegaran los regalos hasta aquí :D

No estaba permitido hacer fotos...aquí fue cuando nos llamaron la atención

Y hoy domingo de tranquis, que mañana empiezo en el BMRI (que nervios) y quiero tener las pilas cargadas. Acabamos de llegar de darnos un chapuzón vespertino en  Coogee. Como la marea estaba baja, la psicina de roca estaba traquilita. He podido fijarme mejor que la última vez. Hay una capa de algas que parecen pelo de animal, es muy agradable al taco. También habían  cangrejos enormes caminando por la roca. Como la psicina estaba llena de niños y abuelos (seguro que meándose) nos hemos metido en el mar, y hemos intentado hacer body surf en las olas. No ha habido manera. Bueno, a Jordi le ha salido una vez, pero yo simplemente me he dejado llevar. ¡Menudas olas había! Pero a pesar de esto ha sido muy divertido. Ahora, a cenar y dormir, que además, vienen los Reyes.

¡La semana que viene más!

1 comentario:

  1. Q bien!! sentir calor en enero ha de ser genial...y mejor aun..bañarse..en el mar...es como vivir dos años en uno...Os lo mereceis...Disfrutar todo lo q podais...

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