domingo, 8 de diciembre de 2013

Continuará...

Yummy!
La semana antes del parón navideño barcelonés (sí, volvemos a casa por Navidad, como el turrón y como las muñecas de famosa)  ha estado llena de actividades.  Para variar en esta entrada -y como va a ser la última hasta el año que viene- comentaremos día a día que hemos hecho, aunque algunas cosas sean una tontería. Empezaremos por el principio: lunes. El lunes fue un día tranquilo, fui al BMRI (Brain and Mind Reserach Institute, donde trabajaremos a partir de enero) porque había quedado con una chica a la que le he traducido un cuestionario al castellano. La sorpresa fue que como agradecimiento me trajo una caja de bombones de la bombonería por excelencia de Sydney, Haigh's. ¡Qué sorpresa! ¡Qué buenos estaban y qué poco duraron! Después me fui para Newtown, porque había quedado con Georgina, la hermana de una amiga. Es muy maja. Fue una comida muy agradable. A la vuelta volveremos a quedar, seguro.


Martes: no pasó nada destacable. Mucho trabajo preparando dos proyectos, sin parar desde las 9 hasta las 18 y más allá. Esto no puede ser bueno. Miércoles: reuniones interminables. Y seguir preparando uno de los proyectos. Lo mejor es que uno de los investigadores (John, que es de origen aborigen) me llamó keyboard ninja, por lo rápido que hago figuras con el PC. Me hizo mucha gracia, es un tipo muy gracioso John. Jordi quedó con sus colegas de inglés (Helen, Jun, y Daniela) y se fueron a cenar al Encasa, que es un restaurante español cerquita de casa que según Jordi, está bastante bueno. Jordi y Daniela estuvieron un buen rato ensañando español a Jun y Helen que son coreanos, confundiéndolos a los pobres con las diferentes maneras del castellano (Daniela es de Colombia).  De vuelta a casa se pararon en Town Hall (el ayuntamiento) porque hasta Navidad hacen proyecciones en la fachada. Es bastante bonito, yo aun no lo he visto en vivo, pero espero poder hacerlo mañana.

Proyeccciones Navideñas en Town Hall
Seguimos con la semana. Jueves: volví a ir al BMRI porque había quedado con otro investigador  para otro proyecto. Este es jefazo y tenía la terrible misión de quedar bien. A mi me daba un poco de palo, porque tenía la sensación de que no le gustaba mucho a este tipo (además de que a mi me da miedo), pero parece que no es así. Estuvo al final una hora y me ayudó bastante. Eso sí, el tipo se gusta mucho a si mismo. Tiene una foto en tamaño din A3 de él corriendo por un río en su despacho, justo delante de su ordenador (vaya, que se ve todo el rato). Tiene telita. Pero bueno, fue majo. El caso es que nos interesa lo mismo, prevención de trastornos mentales, y me estuvo un buen rato preguntando por el PredictD (el proyecto de prevención de la depresión en el que trabajaba -bueno, de hecho sigo trabajando- durante los últimos años en BCN). Salí contenta de la reunión. Por la tarde habíamos quedado con Paula para ir al cine, al Verona en Paddington, a ver una película francesa hecha por un portugués (la Cagé Dorée - La Jaula Dorada). Paula tenia descuentos por estar registrada en la Alianza Francesa. La peli era un poco pastelosa, pero tenía algún que otro punto divertido. Lo mejor por eso fue el cine. Es como antiguo, todo en rojo (paredes, techo, suelo, asientos) y lo más curioso es que se puede entrar bebida! Eso sí, copa de vino, o cocktail, que es un cine fino, de arte y ensayo. A la salida nos fuimos a un bar in-cre-i-ble al que os llevaremos. Está en el callejón de los graffities del que os hablamos en la entrada de julio titulada Vegemite. No tiene nombre. Solo hay una puerta  y un segurata. Entras y es un bar decorado como si fuese del Oeste Norteamericano! (madre mia que timbas de Bang! podríamos echar aquí). Muy, muy friki! pero muy chulo. Y la música es rock de los 50. Estuvo genial.

Viernes: trabajé desde casa (acabando los proyectos). Fuimos a comer a un sitio de Ramen que nos gusta mucho a 10 minutos de casa y luego fuimos al Paddy's, en Haymarket (Chinatown). Es un mercadillo cubierto lleno de puestecitos de cachibaches varios. Más o menos como el mercat de Sant Antoni, o els Encants. Una locura. Desde 1869 ha estado por ese zona pero en diferentes enclaves (estoy citando a la guía). Había de todo: souvenirs, espadas toledanas y de samurais, ropa, bolsos, fruta, pescado, juguetes,... y eso que era viernes. Parece que los fines de semana aún se llena de más cosas. después volvimos a casa y yo seguí trabajando un rato, hasta las 19 o así que nos fuimos a un mercado en The Rocks (donde además de paraditas habían diferentes actividades, como cuentacuentos y una discoteca "silenciosa")  y a tomar una cervecita al Australian, que es un bar de cervezas muy chulo. En este bar además hacen pizzas de cocodrilo, canguro, emú... no nos animamos a probar ninguna, pero cuando lo hagamos os contaremos.

Parte vieja de Sydney - The Rocks - Debajo de las lámparas iban a contar cuentos

Y llegamos al fin de semana! Sábado: por la mañana fuimos con Paula al Finders Keepers que es un mercado de puestecitos alternativos (ropa, y demás cosas) que hacen para navidad. Todas las cosas eran chulísimas. El mercado estaba en The Carriages, en Redfern. También había comida y música en directo, muy suave... bueno, muy indie. El ambiente bastante chulo, mucho modernillo, pero soportable (eh! que nadie se me ofenda ;p).  Después de pasar la mañana deambulando entre paraditas nos volvimos a casa dando un paseo. Aún no había acabado el sábado porque por la tarde nos fuimos a la playa de Shark Beach. Menudas vistas de la bahía con la Opera, la city y el puente. Vimos atardecer y fue precioso. Había un montón de gente haciendo picnics y fiestas en las playas y en las zonas de alrededor. Queda pendiente hacer uno.

Atardercer desde el Heritage Trail, camino a Shark Beach. Foto con el móvil-mierdosillo que tenemos, imaginaros en vivo

 Y hoy domingo nos hemos ido a Coogee. Jordi ya había estado allí haciendo una barbarcoa con los de inglés, pero yo no había ido. Me ha encantado. Es muy chula. ¡Y nos hemos bañado por primera vez en al Pacífico! En Coogee hay una piscina natural de roca, así que aunque no dejaban bañar en la playa porque había corrientes peligrosas, nos hemos metido en la "piscina" y ha sido genial. Las olas rompían muy fuerte y era muy divertido esquivarlas. Nada que ver con el Mediterráneo. Y lo mejor es que como los aussies están tan concienzados con el cáncer de piel, pues hay zonas de sombra en toda la playa. Además de barbacoas para poder hacer el picnic con tus amigxs y/o familia. Para no perder las buenas costumbres hemos hecho una cervecita y unas bravas en un beer garden enfrente de la playa. Y como guinda, la cerveza era más barata que en Sydney. Así que más feliz no se podia ser :D (que simples somos...).

Playa de Coogee y rock pool. No se me ve muy bien pero estoy feliz como una perdiz

Y nada más.Esperamos poder seguir narrando las crónicas semanales en el 2014 (y más allá) explicando que habéis estado por aquí. Nos vemos muy, muy prontito cabeza arriba :D

Happy Christmas (aquí dicen Happy no Merry). Esto es en Darlingharbour, cerquita de donde vivimos.


4 comentarios:

  1. Es como un gran jakuzzi...pero con tiburona catalana..

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  2. Oeoeoe!!!! Qué ya te vamos a ver!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  3. Eiii maca! jeje i tant q ens veurem a la tornada, espero q tingueu un bon viatje. Per cert, no he anat mai a Shark beach, té pinta de ser super maco! petonets* Georgina

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  4. Felices Fiestas Ana y Jordi, que lo paséis super en BCN. Kattia

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