lunes, 20 de enero de 2014

Sydney Festival II


Mariachis en el Ayuntamiento (Town Hall)






¿Qué hacen dos catalanes, 1 valenciano, 1 inglesa y un grupo de mariachis  en el ayuntamiento de Sydney un sábado a las 12 de la noche ?

Sí, ya sé que la pregunta es rara. No, no es un peli de Tarantino, que podría serlo. Ni es ningún chiste.



En el Opera House Corner, hacinedo gin&tonics

El caso es que el valenciano (Jaume), es amigo de la catalana (yo) que está "encasada" con el otro catalán (Jordi); Y Jaume está viajando en una furgoneta por Australia en plan surfista, con la inglesa.  Este fin de semana  Jaume estaba por Sydney y el sábado quedamos para vernos. ¡ Qué ilusión quedar con amigos! Fue muy divertido. Antes de acabar en el ayuntamiento, estuvimos en la Opera, donde han montado un chiringuito, con su Dj y sus precios, más o menos,  populares para ser Sydney. Teníamos unas vistas del puente chulísimas. En el bar tenían jarras de gin &  tonic (para 4) a 36 dólares (unos 20 euros) y claro, fueron cayendo...como estaba frequito....4 jarras cayeron, y sólo eramos  3. Cuando nos cansamos de estar en el bar, buscamos un sitio para salir. Y ahí es donde entran los mariachis: en el marco del Sydney Festval, a partir de las 23:30,  el Ayuntamiento se convierto en discoteca (Paradiso) gratuita!!! Y para allá que nos fuimos, sin saber que antes de ser discoteca había una actuación de mariachis. La situación era rarísima...pero como Jaume es muy adaptable y yo tenia ganas de juerga, allí estuvimos dándolo todo, cantando las rancheras  a grito pelado ( esos grandes hits " sin dinero y con dinero, hago siempre lo que quiero...", "mejico lindo y querido!"....y muchas más). La noche, por eso se acabó de golpe porque se tenían que volver al camping donde estaban (y parecía que a la inglesa, que ya estaba con nosotros, los mariachis no le gustaban). Por suerte a finales de enero volverá a estar por aquí Jaume, así que ya tendremos tiempo para charlar más y ver más cosas.


Fue una de esas noches tontas en las que te lo pasas bien, sin esperarlo. Nos daba un poco de palo salir por la noche, porque estábamos super-cansados. Pero yo tenía ganas de ver a Jaume así que, pa'llá que nos fuimos. Y es que por la mañana habíamos estado en Parramatta. Fuimos en ferry, subiendo por el río del mismo nombre. Es un viaje chulo, de unos 80 minutos, pero bonito. A ratos parece que vaya a salirte un Cocodrilo Dundee de entre los arboles...si esto es así al lado de la ciudad, no quiero ni imaginar como deber ser en los bosques húmedos que hay en el norte de Australia. Fuimos a Parramatta a ver dos cosas del Sydney Festival: la primera era el Rubber Duck, de Florentijn Hofman. Un pato de goma gigante que estaba en el río...sí, era una frikada, pero me hacía gracia verlo.
¡¡¡Qué bonito es el patazo!!!
 Y lo segundo era una instalación de Roman Ondák, parte de la Kaldor Public Art Projects. Una se llamaba "Measuring the Universe"; se trataba de una habitación pintada de blanco con rallitas. Cuando te acercaba las rallitas eran una marca, el nombre de alguien y una fecha. La gracia de la obra es que se va construyendo a medida de que la gente que va a verla se va midiendo. Fue divertido medirse...como soy tan mediocre (en la media, se entiende) me puse de puntillas para poder ser más alta...y tener espacio, claro. Había también una performance, "Swap" donde le dabas un objeto a un tipo, a cambio de otro objeto que el tenga. Una de las personas con las que íbamos (dos catalanas muy simpáticas), intercambió un abanico rojo por uno de esos juegos de habilidad, que le había dado un japonés. En el enlace que os he puesto hay un vídeo. El cacharro por el que lo cambió era una esfera en un cuadrado, y la gracia era deshacerlo en 4 partes. Como os podéis imaginar fue la estrella indiscutible de la sobremesa en el Tailandés  donde comimos.

A ver si veis a Jordi....Vaya! Dije Ana, la costumbre de aqui...debería haber dicho Nani...ah! me he comprado un gorro

El Spiegeltent, donde tocaba Amanda Palmer
Hasta aquí todo lo que hicimos el sábado. Pero es que el viernes tarde habíamos estado en el Spiegeltent viendo a Amanda Palmer. Fue chulísimo! El sitio era espectacular, si clikais en el enlace lo veréis. Se trata de un teatro viejo ambulante, de mediados del siglo XX, de madera y precioso. El concierto fue íntimo. Ella con su ukelele y el piano.  Es una tipa muy graciosa, que combina canciones de canchondeo (como una que parece una canción de amor, pero en realidad es la ruptura de una pareja porque ella no soporta el Vegemite y a su novio le encanta), con otras más íntimas y de denuncia. A mi me molaron más las de cachondeo. El final, cantando la oda al ukelele, fue apoteósico. Ya llevaba tiempo queriendo un ukelele, así que ahora con más motivo! Os dejo aquí el enlace a la canción del ukelele. Es un poco largo, pero es para que os hagáis una idea de como es esta tipa. Bastante show woman.Y para los que os gustan los comics, sale Neil Gaiman (que es su marido).  Después del concierto nos quedamos en el Festival Village cenando y viendo como la Palmer se pasaba mas de una hora firmando autógrafos y hablando con la gente que quisiera ir a verla. Nosotros mientras, comiamos helados y mirábamos como dos jugaban a una jenga gigante.

Hola! Saltando en Sacrilege
El domingo por la tarde seguimos de Festival. Esta vez fuimos al Sacrilege, que es una instalación que reproduce Stonehenge, pero en colchoneta hinchable. Tuvimos que hace un poco de cola (era gratis) . El cartel de la entrada avisaba: no se puede entrar comida, ni zapatos, ni cosas puntiagudas, ni hacer sacrificios humanos XD. Pero valió la penaporque hicimos una regresión a la infancia. Madre mía como cansa saltar en las colchonetas hinchables!! ¿de verdad de pequeña me gustaba tanto?.  Después de saltar nos fuimos al Village otra vez a hacer una cervecita reconstituyente y sí, a comprarme una camiseta de Amanda Palmer y no quedarme con las ganas :D.



Por eso esta entrada la colgamos hoy, lunes, porque ayer estaba demasiado cansada para escribir :D. Pero para compensar os colgamos  otra cosita del Sydney Festival donde hemos ido hoy. Es una intalación puesta en Darling Harbour, al ladito de casa, y se llama Merchants Store, de Leandro Erlich. Se trata de una fachada puesta en el suelo, pero que se refleja en un espejo gigante. La gente se pone por encima y se hacen fotos muy divertidas. El problema es que hoy está lloviendo y estaba muy mojado...así que no me he podido tumbar bien, pero bueno, os hacéis una idea, ¿verdad?

aggggggggggghhhhhh.!!!! Que me caigo!!!
Y entre semana trabajando mucho, acabando artículos (bien), empezando nuevos proyectos (bien) y aprendiendo mucho. Y Jordi con sus workshops de voluntario para la Biennale, y haciendo una examen a distancia de la UOC. A ver qué os contamo la semana que viene...de momento tenemos circo y el domingo Australian Day, que lo pasaremos con los Rosen y cia. Parece que la semana promete!

1 comentario:

  1. Pues si...te gustaba saltar..sobre todo en la cama.....un patito igual tenias en la bañera....bueno mas pequeño...

    ResponderEliminar