domingo, 5 de octubre de 2014

Sydneando con padres (ii)...de culo y cuesta abajo :D

Jugando al "tres en raya" maorí el primer sábado
¡Vaya! Acabo de ver que ha pasado más de un mes desde la última entrada. ¡Dios mio! ¡Cómo pasa el tiempo!. Parece que fue ayer cuando estábamos paseando por Balmoral, y han pasado ya dos domingos...y hace ya 10 días que mis padres volvieron a Barcelona.Así que, quizás sí, ya va siendo hora de que escriba la crónica. Han sido unos días muy divertidos, con celebraciones capicúas, llenos de risas, comidas maternas deliciosas, bikinis australianos para cenar, momentos y frases épicas, y algún que otro momento dramático. Lo he podido disfrutar muchísimo porque me cogí esos días de vacaciones, aunque, bueno, como estábamos en pleno semestre tuve que estar más pendiente del correo y de los alumnos de lo que me hubiera gustado. Pero estuvo bien, muy bien. No me quejo. Ya os aviso que este post va a ser largo, ya que quiero recordar cada uno de los días que pasamos juntos, y porque ha pasado un mes, y hay muchas cosas que contar.



Tó esto es mío!
Llegaron el viernes 5 de septiembre (hace justo un mes!!!) y fue uno de los días que más nerviosa he estado de toda mi vida (incluso más que el día de mi tesis :S).  Hacía casi 9 meses que no estábamos juntos, así que estaba con las emociones a flor de piel. Estaba tan nerviosa que cuando salió una persona en silla de ruedas, la confundí con mi padre (y eso que era una mujer) y estuve a punto de ponerme en plan "drama queen". Por suerte, me di cuenta pronto de mi error y no monté ningún videoclip. Y al poco ya salieron. ¡Qué ilusión, qué alegría! Los abrazos, los besos, volver a olerlos (sí, sé que queda raro esto, pero los olores es de lo que más echo de menos) después de tanto tiempo fueron geniales. Estábamos taaaan verborréicos que, además de ponerle la cabeza al taxista loca, no nos acostamos hasta las 2 de la mañana. Cuando nos levantamos el sábado llovía. Pero duró poco y en cuanto salmos a la calle empezó a salir el sol. Nos fuimos a pasear por el Botánico y la Ópera. A estirar un poco las piernas y ver lo más icónico. Después de comer se puso a llover otra vez y nos refugiamos en el Museo de Arte Contemporáneo, hasta que escampó y volvimos a casa. Fue un día tranquilo que terminó con pizza y peli (Noé) con todos espachurraos en el sofá. El domingo fue también relajado. Que uno se ha de acostumbrar poco a poco al jet lag y a este país.

En el observatorio, mi madre, yo...y el dedo del fotógrafo :D



Mi madre, mi padre y yo fuimos al Fish Market a comprar atún para hacer marmitako. Le salió buenísimo. No sé si porque hacia tanto tiempo que no lo comíamos, o por el toque especial que le echó (una galletita de Tim Tam). Después de decidir que era mejor salir a la calle que echar la siesta,  nos fuimos a The Rocks y al Observatorio, a ver la puesta de sol, y disfrutar de las vistas. El observatorio es uno de mis sitios preferidos. Me calma. Podría pasarme horas allí. Y a ellos también les gustó mucho.






El lunes fue un día tonto. Yo tenía reunión en la uni, y vinieron conmigo. Estuvieron paseando por allí mientras me esperaban. Y poca cosa más (bueno, mi madre tuvo su primer encuentro con los "pochis" también conocidos como possums. En realidad, estábamos reservando fuerzas para el martes, día 9 de setiembre y 63 aniversario de mi madre. Como Jordi no trabajaba, decidimos irnos fuera de Sydney. Así que cogimos un coche y nos fuimos hasta Pebbly Beach, la playa de los canguros, a celebrarlo con un pic-nic. (tortillon de patatas y pollo empanadao...ummh!)...y con un montón de loritos que se apuntaron a la comida! No veáis! Hasta 30 loros tuvimos alrededor nuestros mientas comíamos. Uno incluso se me subió en la cabeza ante mi cara de pánico, y las risas de mis padres y Jordi. A mi padre le encantó estar tan en contacto con la naturaleza, pero yo he de reconocer que pasé un poco de apuro en algunos momentos. Pero bien está lo que bien acaba, y el recuerdo es divertido. También vieron canguros, en libertad, por primera vez.  Y a Jordi y a mi nos atacó un pájaro cuando nos acercamos, sin saberlo, a lo que debería ser su nido. Fue muy impresionante ver como nos amenazaba. Día de "pájaros". Después nos acercamos a Jervis Bay, a Hyams, la playa de la arena más blanca del mundo. Pero estaba nublado y había un montón de algas, así que no lucía mucho. Después de 8 horas de coche (4+4) caímos en la cama reventados.

A ver cuántos loritos sois capaces de contar
El miércoles fue otro día tranquilo. Pasamos la mañana en la Art Gallery de New South Wales. Estuvo interesante porque acababan de anunciar el ganador del premio Archibald de retratos, y se podían ver los finalistas. Los ganadores los podéis ver si le dais al enlace, el niño vestido de superman, hijo del artista llamaba mucho la atención. No me extraña que ganara el premio del público, aunque el que ganó, en blanco y gris, era muy más impacatante. Entrad en el link que vale la pena. Lo increíble es que era miércoles y el museo estaba a reventar. No sólo de colegios, sino también de gente "normal y corriente". Esta es una de las cosas que más choca de aquí (y más gusta). Siempre hay gente en los museos y en las galerías.
  
McBeth, bajo la lluvia


No hicimos mucha cosa más el miércoles , además de beber cerveza rica en el RedOak y Jordi y yo ir al teatro a ver "McBeth" de la Sydney Co, interpretada por Hugo Weaving (el agente Smith, V, Elrond, y la gran Priscilla). Fue muy muy chula. A pesar de lo incómodos que eran los asientos nos encantó. Eso sí, no entendimos casi nasa, pero visualmente fue muy interesante. Por suerte los demás (Pedro, Víctor, Paula) tampoco habían entendido mucho...así que nos quedamos más tranquilos. ya se sabe, mal de mucho, consuelos de tontos.





hola!
Mis padres se quedaron en casa, que se estaban reservando para la excursión del jueves, a Watsons Bay. Nos hizo un día espectacular. Los colores estaban más vivos que nunca y el cielo era tremendamente azul. El camino al faro fue una delicia. Y la comida en el Doyles, también. Aunque mi padre se quedó un poco defraudado con el Fish and Chips, que el pensaba sería como en Sevilla (pescaíto frito con papas, vaya! Y no un trozaco rebozado de pescao como te ponen aquí). Pero nos reímos mucho, sería el vino, o el buen rollo. Sobretodo el ratito que estuvimos sentados a lo Forrest Gump viendo Sydney al fondo.






Y ya pasamos al viernes, que se levantó gris y frío. Nos fuimos a Surry Hills, a pasear un poco y ver el estudio de Brett Whiteley. Comimos en casa ragú con Jordi. Qué rico también! Y por la tarde nos fuimos a ChinaTown para que lo vieran. No les gustó demasiado porque había mucha gente y se agobiaron, pero de vuelta pasamos por Darling Harbour y eso ya les gustó más. Mi madre y yo estuvimos jugando con unas instalaciones de luces que hay, hasta que "dejaron de funcionar". Según mi padre, hasta que lo rompimos. Qué graciosillo...

La miro, y salivo.


El sábado fue día de paella. Nos fuimos a casa de Luis y Paula todos (Jordi tenía fiesta, bien!) y mi madre nos preparó una de esas paellas exageradas que tanto nos gustan, con los bichos tapando el arroz. Fue chulo, y al final se conocieron con Luis y Paula. Mi madre dijo una de esas frase míticas raras: "Luis, tu eres como un hijo más para mí"...que nos dejó a todos atónitos. Ja, ja...que lío! Por la noche seguimos con el cachondeo viendo "Carmina o revienta", otra vez espachurrados en el sofá.Y el domingo a Bondi, porque era el festival of the winds (lo de las cometas). A diferencia del año pasado hacia un día espectacular, pero las cometas no eran tan bonitas. No es que fueran feas, pero no eran tan chulas como el año pasado. A mis padres (sobretodo a mi padre) les hacía mucha ilusión ir a Bondi, porque ven un programa en la tele de un veterinario de Bondi (Bondi Vet), y les hacía gracia estar allí.



Después de comer en un pub, Jordi se fue a trabajar y nosotros nos fuimos a pasear un poco. Y chino-chano chino-chano hicimos toda la excursión Bondi-Coogee! Mi padre casi se muere en la cuesta final, pero lo conseguimos. Y parece que le fue bien, porque desde ese día ya no le dolieron más ni la pierna ni el pie (es que es un poco princesa, él, y todos los zapatos le rozan y le hacen daño. De hecho, hemos acabado con la existencia de los parches esos especiales en toda Australia :D). La excursión fue genial. Es un camino muy chulo, y tuvimos mucha suerte porque vimos delfines! Además, en Coogee nos bañamos con mi madre. Primer baño de la temporada. De vuelta a casa el autobús iba a reventar, y le cedieron el asiento a mi padre. No veáis que puteo cogió el pobre Yo creo que no se lo cedieron por mayor, si no por la cara de cansado que hacía . Pero fue genial que pudiéramos hacer ese camino!! So proud of you, guys!

La recta final. Al fondo ya se ve Coogee.



A pesar de que la foto está borrosa, me gusta mucho!



El lunes les dejé que descansaran un poco. Fuimos a comer al rotatorio japonés y luego cogimos el ferry a Manly. Volvimos de noche y les gustó mucho. Ver las lucecitas de la ciudad, la Opera, es casi mágico. Y ya que estábamos nos acercamos a la Customs House a ver la maquesta del CBD y jugar a ser "modzillas". El martes fue mi cumple (36). Yo me levanté un poco chunguita con dolor de cuello (quizás el baño no me sentó demasiado bien), así que nos lo tomamos con calma. Ese mismo día llegó un regalo de Barcelona (ay, Montse y Robert cuanto de menos os echamos!!!): una botella de vino del priorat. Que ilusión me hizo. A nivel de turisteo, lo que hicimos fue ir a Newtown, a pasear y a comer a un restaurante Thai que teníamos muchas ganas. Fue muy divertido. Y por la noche pasteles y cava.  Fue genial poder celebrar el cumpleaños con mis padres, haciendo cosas nuevas.

El miércoles no me encontraba nada bien, así que lo único que hicimos fue bajar a Paddys Market con mi madre a comprar regalos, y me pasé la tarde en el sofá dormitando. Fue bien parar un poco porque el jueves (aprovechando otra vez que Jordi no trabajaba) nos fuimos a Featherdale y a las Blue Mountains. Les gustó muchó tocar koalas y ver todos los bichos australianos a la vez, incluído el "famoso" wombat que es con diferencia, mi animal preferido. Bueno, aunque los edchinas también me gustan mucho. En las Blue Mountains mi padre no dejaba de repertir lo extenso que era todo. De vuelta a Sydney fuimos a pasear por Hyde Park, para que mi padre pudiera ver los pochis. Y vaya si vimos! Hasta comiendo naranjas! La cena, en el pub irlandés, que les encantó.

Las 3 sisters, volviendo de las Leura falls, con el koala!
El viernes yo ya tenía que trabajar, oh! así que se quedaron en casa. Mi madre pintando un retrato de Neba para Luis y Paula, y mi padre leyendo todo lo que cayera en sus manos. Eso sí, el día empezó con susto porque al levantarme tenía un moco en la garganta y al echarlo estaba lleno de sangre...y me asusté. Y me asusté aún más cuando saqué un segundo con más sangre todavía. Claro, hice lo que no se ha de hacer. Mirar por internet...(ok, no hagáis ningún comentario al respeto). Así que entré en pánico y me mareé (soy un poco drama queen, ya sé). Y de rebote mi madre. Vaya par, ja ja. Total, que aunque lo único que tenía sangre era el moco, que es normal, no es que estuviera tuberculosa ni mucho menos, acabe yendo al médico (primera vez). Jordi no trabajaba así que me acompañó. Pobres mis padres que susto les dí. Por suerte todo estaba bien y la médica me dijo que era porque tenía la garganta irritada.Que estaba bien, pero que si quería la baja me la daba (vamos, más fácil que en España). Que ni medio problema. Dije que no, y me fui para la Uni.

Por la noche por eso nos fuimos a la Opera. A ver un pianista, Stehpen Hough, interpretar un concierto de Dvorak, y a la sinfónica de Sydney la 6a de Bruckner. NO es que seamos fanes de ninguno de los dos compositores, pero era la único que había en el Concert Hall, y les debía a mis padres "una noche en la Ópera". Para nosotros también fue la primera vez, y nos encantó. Seguro que volvemos. Y desde los asientos baratos (baratos=70$!) también se veía muy bien. Antes de ir a la Opera, pasamos por Martin Place, porque era la inauguración del Art and About Sydney, y habían montado un patio típico australiano, con su tendedero, sus cacharros y chatarra, y su, como no, omnipresente BBQ. De cutre que era, era chulo. Esa noche fue cuando mi padre nos habló de la serie "de culo y cuesta abajo" después del cachondeo inicial, buscamos por internet y...sorpresa...resulta que sí que existía! madre mía...nos quedamos de piedra...si es que tiene cada punto, que te deja "muelta".

Oxford St, en Paddington

El fin de semana fue tranquilito. El sábado nos fuimos a los mercados de Paddington, donde vimos al ilusionista de las pelotas de vidrio. Que bien lo hace, el tío! yo ya era la segunda vez que lo veía, y realmente parece que las bolas no pesen nada, y que floten. Vaya máquina. También pasamos a comprar carne al Victor Churchill. Que buena está! Y mucho mejor regada con el vino del Priorat, y patatas fritas. Todo esto viendo el rugby.¡Como nos gusta! De hecho hoy es la final: los Rabbithos de South Sydney, contra los Bulldogs de Western Sydney. Los rabbithos es el equipo de Russell  Crowe, y hace como 20 años que no llegan a la final, después de haber estado a punto de desaparecer por problemas económicos. Así que la gente está como loca. A ver qué pasa.

Paseando por Balmoral, y en el giro, estaba Max!
El domingo, contra todo pronóstico, fue un día genial. Cuando fuimos al museo nos habían dado 2x1 para subir a  la torre Westfield. Nosotroxs no teníamos pensado ir (de hecho ni habíamos ido) porque nos parecía muy caro y una tontería. Pero con el 2x1 pensamos que valía la pena. Y vaya si lo valió! Las vistas de Sydney son geniales! Mi padre se quedó encantado porque por fin "se hizo una idea de como era Sydney". Y a mi mi madre le fascinó poder reconocer las cosas. Con el buen rollo en el cuerpo nos fuimos a comer dumplings, que también fue muy divertido. Y  después, cuando Jordi se fue a trabajar, pues nos fuimos a Balmoral. A mi madre le encantó. Hacía un tarde muy buena, y pasear por allí nos llenó de buena energía. Además de que nos encontramos con Max Bennet! Qué ilusión me hizo. Es todo una caballero, y su mujer encantadora. Le dijo a mi madre que era demasiado joven para ser mi madre, que yo era igual que mi padre...a lo que mi madre dijo (en castellano) sí, pero el cerebro es mío, y como es tan expresiva Max la entendió. Se quedaron muy contentos de haberle conocido. Pasamos un buen rato allí.

En el Marbre Bar espachurraos, como si estuvieran en casa!

El lunes yo trabajaba, pero vinieron a comer  con nosotros al BMRI y se quedaron allí conmigo mientras acababa unas cosas. Mi madre le dio los retratos de Neba (el especial con todas las cositas, y el serio) y les gustaron mucho. Por la tarde nos fuimos a pasear por Potts Point, Wollomolloo y toda esa parte. Fue bonito, así vieron otra parte de Sydney.  El martes también tuve que trabajar, pero me escapé pronto y nos fuimos a tomar un cocktail vespertino al Marbre Bar de despedida, aprovechando que Jordi entraba a trabajar a las 17:30. Después de eso nos fuimos a Milsons Point, a ver atardecer desde la orilla norte y a cruzar el puente. Yo nunca había estado allí, y la verdad es que es precioso. Fue bonito compartirlo con ellos.



Y el miércoles se fueron. Por la mañana, por eso, aprovechamos para ir a Chipendale y a la White Rabbit con mi madre, pero la exposición que había no nos gustó mucho.Así que a casa, a comer y para el aeropuerto. Que pechá de llorar, que triste por dios. Esto es lo peor, las despedidas, los nervios del viaje de que lleguen bien...es que esto están tan lejos...gracias a Dios llegaron bien, y entonces se te pasa un poco la morriña. Y nunca está de más recordarse que si se han ido, es porque han venido.
En la orilla norte, ante de ir a cruzar el puente
Nosotros hemos cargado pilas para otra temporada y estamos muy felices de que todos los que habéis venido hayáis  podido venir aquí. Ahora ya nos podemos volver cuando sea (bueno, quizás faltan las Montses por venir :D). Aunque si alargamos un poco más tendréis que volver, y entonces viajaremos por Oz (esto va por los 4 padres). No es mal plan, no...la verdad es que nos encantaría.

Pochi borroso comiendo naranja :D
Parece que después de dos meses non-stop de visitas,  se van acabar por una temporada. Ya nos habíamos acostumbrado a dormir en el sofá, pero es verdad que en la cama se está muy bien ;P. Ahora nos está saliendo el cansancio a nosotros. Pero han sido dos meses geniales. Ahora a recuperar a rutina australiana poquito a poco. Esta semana, por ejemplo, he vuelto a quedar con Karla y Jack, que bien. Y el jueves que estuve en una conferencia de investigadores emergentes (donde presentaba por primera vez desde que llegue aquí) por fin estuve con gente y no sola en un rincón. Es genial cuando empiezan a pasar estas cosas. Cuando conoces a la gente, cuando tienes amigos para quedar...espero que vaya a más. Ah! Y ayer fuimos a Coogee a comer en el mejicano de los churros con sangría, y descubrimos que el camino continua por el otro lado, hasta Maroubra...habrá que hacerlo, ¿verdad "pochis"?







2 comentarios:

  1. Claro que si..no te quepa duda....hay muchas cosas q se han quedado por hacer..Hos han estados Antonio y Sole y hemos decidido q volveremos..pero juntos los cuatro...rTemblar!!!!

    ResponderEliminar
  2. ja, ja...que miedito....(nani)

    ResponderEliminar