Sculpture by the sea

Está lloviendo. ¡Por fin! a ver si así se refrescan los bosques y se acaban los incendios, que vaya rachita chunga llevamos. El cielo esta negro y no apetece mucho salir de casa. Además tanto Jordi como yo tenemos cosas que hacer. Así que hemos cancelado ir al Newtown Festival (la fiesta mayor de ese barrio) y quedarnos en casa, "fent bondat" (además vuelvo a tener mocos por culpa de los cambios de tiempo salvajes de este país: un día estás a 32 grados, al día siguiente a 18!!!, me estoy volviendo loca)

Esta semana hay poco que explicar. Solo han pasado dos cosas curiosas. La primera fue el martes, y no era mas que una carrera de caballos, la Melbourne Cup. Pero es como el Barça-Madrid. Se para el país. La gente se pide fiesta (de hecho en el estado de Victoria, donde está Melbourne es festivo) y en la Universidad de 2:30 a 3:30 se hace la fiesta del Silly Hat (gorro estúpido). Obviamente has de ir con un gorro a una sala donde ves la carrera reina (que empieza a las 3 y dura menos de 3 minutos) y tomas té y pastas con la gente (y apuestas claro). No hay fotos porque de todo esto nos enteramos tarde, y de hecho, Luis y yo llegamos tarde a la fiesta de la uni (era en el edificio B, que, no está entre el A y el C, sino al lado del M... WTF! y nos perdimos). Ni vimos la carrera, ni llevábamos gorro ni nada. Pero hemos tomado nota para el próximo año... Si estamos aquí claro (que espero que sí). En la uni llevaban gorros de purpurina, de cangrejos, de papel, e incluso una muchacha llevaba uno con una carrera de caballos de muñecos de plástico. Fue muy curioso. En los bares, desde donde lo vivió Jordi, que sí que vio la carrera, lo viven más en serio.

La segunda cosa curiosa (y única salida de esta semana) la vivimos ayer. Se trata del "Sculpture by the Sea" (esculturas al lado del mar). Es un festival de Arte Público que se hace durante 3 semanas, y lo hacen de final de octubre a principios de noviembre en Bondi. A lo largo de una camino costal (el que os explicamos en la primera entrada), en el tramo que va de Bondi a Tamarama Beach, ponen esculturas. Algunas son figurativas, otras conceptuales y otras abstractas. Este era el último fin de semana y había bastante gente. Gente de la uni fue a las 6:15 de la mañana. Nosotros dijimos que a esa hora eramos incapaces de levantarnos (además con mis mocos no tenía muy claro si íbamos a ir o no) y fuimos sobre las 12. Como estos Australianos tienen el horario cambiado, parece que había más gente a las 8 de la mañana que al mediodía. Eso sí, no me extraña, porque el sol picaba y el calor era tremendo. Salimos de casa embadurnados de crema, que aquí el tema del cáncer de piel se lo toman muy en serio. Tanto que al inicio del camino habían puesto surtidores con crema solar gratis. Y a lo largo del camino los voluntarios también te daban. Y agua, claro. A mi me gustaron bastante las esculturas, aunque Jordi fue quejándose del sol todo el rato... en silencio, con cara de pocos amigos, ya lo conocéis! La recompensa por eso fue comer en el Mischu (un vietnamita que nos gusta mucho) y unos helados de una compañía de New Zealand ricos ricos!

Una muestra de las esculturas. La esfera de la primera fila era muy chula. Y la escalera y el esqueleto en la bici.

Y por esta semana poca cosa más. Entre semana trabajar y trabajar. Aunque este miércoles pasado yo tuve un curso de como preparar propuestas de investigación exitosas y cuando acabó nos fuimos a un bar muy chulo (con Jordi, que me vino a buscar) que es de moteros. Ya os llevaremos también.
La semana que viene, esperamos tener más y mejores cosas que explicar. En breve nos vemos!!!