domingo, 28 de junio de 2015

Dos años ya

Dos años ya! Celebrándolo desde el observatorio
 Pues eso. El miércoles pasado, día 24 de Junio, fue el segundo aniversario de nuestra llegada a Oz. ¡Cómo pasa el tiempo! Y cuántas cosas han llenado este segundo año: tres meses non-stop de visitas de familia y amigos, calculo que más de 200 cervezas compartidas los viernes con los kiwis y las pommies (con cariño)-y unas 100 con mi alemana preferida, que llegó un poquito más tarde (fix it Betty!), mucho (demasiado) trabajo, pero también muchas risas con Cailin en el despacho y la sensación de ser, casi, unos sydnesiders más.

Una echa la vista atrás y hace balance. ¿Fue una buena decisión venirnos o no? El tiempo lo dirá, pero creemos que sí. Desde pequeñita quería venir a Australia. Estaba obsesionada con la serie esa del Valle Secreto ( "I know a valley, I know a valley, my secret valley the world has to see, once place for children  welcome from around the world, Please come and share secret valley with me "¿os acordáis? (si no, clickar aquí), y no sólo he venido, si no que he vivido aquí! Deseo concedido. Y ya hemos cumplido el objetivo que era pasarnos aquí dos años. Lo que venga a partir de ahora es tiempo de descuento. A ver qué pasa.




No hay mucho que explicar de estas dos últimas semanas: básicamente estamos otra vez en modo trabajo, trabajo, y reuniones non-stop. Y Jordi tres cuartos de lo mismo, que está echando un montón de horas en la tele... y es ya un experto en política australiana, cotilleos  y deportes "extraños" como el criquet y el footy. Además, ya es veterano, que lleva un año!

Yo volví a subir a Brisbane a presentar resultados preliminares del proyecto que tenemos con los colegas de allí, y, en Sydney, me he pasado los días reunida o arreglando marroncetes. La parte oscura de trabajar en investigación, pero necesaria. Y el fin de semana estoy tan cansada que lo único que me apetece es vaguear en el sofá... y esperar a que Jordi llegue de la tele.

Y poco más. Estas entradas son cada vez más aburridas y repetitivas. Lo más emocionante es que fuimos al cine, al Orpheum, a ver Terminator 1 y Terminator 2 en una sesión doble, preparatoria para la quinta. Fue chulo. Muy divertido. La gente vitoreando y riéndose con Arnie. Pero nadie disfrazado, qué pena. Quizás a la próxima me disfrace yo, ya veremos.

I´ll be back.



A ver si Oz se pone las pilas y legaliza ya el matrimonio homosexual...¿os suenan las vistas? sí, es desde el balcón de casa











No hay comentarios:

Publicar un comentario